Froylán Turcios nació en la ciudad de Juticalpa un 7 de Julio de 1875, es considerado por muchos, junto a Juan Ramón Molina, como uno de los intelectuales más prominentes o importantes de principios del Siglo XX en Honduras, y uno de los más destacados representantes del modernismo centroamericano.
Fue ministro de Gobernación, diputado al Congreso Nacional y delegado de Honduras ante la Liga de las Naciones en Ginebra. Dirigió el diario El Tiempo de Tegucigalpa y fundó las revistas El Pensamiento (1894), Revista nueva (1902), Arte y Letras (1903) y Esfinge (1905) entre otras. En Guatemala editó los periódicos El Tiempo (1904) y El Domingo (1908) y en Honduras El Heraldo (1909), El Nuevo Tiempo (1911) y Boletín de la Defensa Nacional (1924).
Imbuido de las luchas americanistas, fue secretario privado del guerrillero patriota Augusto en Nicaragua, y en el plano literario amigo de Rubén Darío, Juan Ramón Molina y numerosas figuras del pensamiento universal. Viajero incansable, realizó una férrea labor de defensa nacional denunciando la política del Gran Garrote implementada por Estados Unidos en la región centroamericana y caribeña. A causa de su intensa actividad política en favor de Sandino hubo de exiliarse a Costa Rica.
Froilán Turcios fue un cuentista de finos rasgos preciosistas, inclinándose a los temas violentos. El estudioso dominicano Max Henríquez Ureña dijo de él: "Fue un talento precoz, empezó a escribir desde su infancia; a los 12 años ya publicaba versos... Como poeta es elegante y correcto, pero es el cuento en lo que sobresale"; ciertamente puede afirmarse que Froilán Turcios inició el cuento del siglo XX en su país. Además de cultivar una poesía preciosista, elaboró sus relatos como filigranas estilísticas. Sus textos en prosa, influidos por el italiano Gabriele D'Annunzio, se caracterizan por la pericia en la trama, el valor exacto y a la vez ornamental de las palabras y los finales inesperados o impactantes que marcaron luego buena parte del género en América Latina.
En el terreno novelístico debutó con Almas trágicas, que apareció por entregas en 1900. Publicó la novela El vampiro en 1910, cuyo tema gira alrededor de la muerte: su estilo era modernista y por esa razón la realidad no se ve reflejada directamente en la obra, que mezcla, extrañamente, un estilo preciosista y un tema violento. Al año siguiente publicó otra novela más breve, llamada El fantasma blanco. De sus poemas cabe destacar "Los alcaravanes" y "Belkis"; de este último es notorio su exotismo a ultranza.
Entre sus volúmenes de poesía y cuento se hallan, entre otros, Mariposas (1895) y Renglones (1899), en los que combinó, siguiendo la estela de Darío, la prosa con el verso. Le siguieron Hojas de otoño (1905), Prosas nuevas (1914), Floresta sonora (1915), Cuentos del amor y de la muerte (1930), Páginas de ayer (1932) y Cuentos completos (1995). Publicó asimismo un libro póstumo de Juan Ramón Molina, Tierras, mares y cielos (1913).
Published
En la imagen podemos observar siempre un estilo elegante que lo caracterizaba, “…los ojos color castaño o se arropan en la bruma de la meditación interior…”