Jorge Federico Travieso fue un poeta y diplomático hondureño nacido en San Francisco, Atlántida, en 1920. Su vida como su obra fueron muy breves. En palabras de Rafael Heliodoro Valle, éste fue un poeta de profunda relación con las cosas, de profunda queja y de paso fugaz por el mundo. Su poesía es de un tono más ágil y libre, característica general de la poesía hispanoamericana post-modernista y de vanguardia. Ejerció la diplomacia como Representante Cultural de Honduras en México, nombrado por el gobierno de Juan Manuel Gálvez en 1949, y como Secretario de la Embajada de Honduras en Brasil (1952), donde murió, víctima de suicidio, en 1953. Su obra única y póstuma (La espera infinita) fue publicada en Tegucigalpa en 1959.